Imágenes satélite, drones o maquinaria que se maneja a través de una aplicación de móvil son algunas de las propuestas de futuro

Tradicionalmente, el agrícola ha sido un sector al que la tecnología ha llegado tarde, sin embargo, esto forma parte de un pasado cada vez más lejano. La agricultura de precisión, que es como se denomina a las técnicas que aplican la vanguardia tecnológica al mundo rural, es una realidad cada vez más asentada. Zonas de producción industrial, como Almería, son los principales focos donde este tipo de agricultura emergente está ganando fuerza. Incluso, ya ha sonado en Europa como una posibilidad para simplificar la PAC en un futuro no muy lejano.
La agricultura de precisión reduce el uso de agua, fitosanitarios y gasolina, a la vez que aumenta la producción.
Acciones como conducir un tractor tienen las horas contadas. El futuro de la agricultura pasa por los satélites, la monitorización, los drones o el big data. Se trata de los últimos avances tecnológicos, que hoy están al servicio agrícola con una meta clara: aumentar la productividad cuidando el medio ambiente. El uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para la gestión de cultivos permite obtener una gran cantidad de variables que hacen posible optimizar los recursos al máximo. Por ejemplo, gracias a una cámara multiespectral en un satélite, es posible obtener una imagen que detalle las necesidades concretas de fertilización de un cultivo. Y todo gracias a una fotografía. De esta forma, se puede adaptar la cantidad de insumos (agua, fertilizantes, fitosanitarios…) a las necesidades concretas en cada momento, mejorando así el rendimiento y la sostenibilidad de los sistemas agrícolas. Este proceso lleva aparejada también la correspondiente reducción en el uso de gasolina, agua, herbicidas y tiempo del agricultor. A cambio, más producción.
Se trata de tecnologías en constante mejora y ampliación de sus funciones, que llegan en un momento decisivo. Según el Banco Mundial, el mundo ha perdido casi la mitad de su suelo cultivable por persona en los últimos 50 años. Una cifra poco alentadora si además tenemos en cuenta que, de acuerdo con Naciones Unidas, la población mundial seguirá creciendo, y en 2030 alcanzará los 8.500 millones de personas.
¿Qué tecnologías ofrece la agricultura de precisión?
Ofrece una enorme variedad de posibilidades: maquinaria de conducción autónoma guiada por GPS, teledetección, sensorización de la parcela, mapeo de los suelos, software SIG, mapeo de suelos, índices agronómicos…
Una de las más novedosas y demandadas es el tractor autoguiado, cada vez más presente en campos de cereales. A través de una aplicación de móvil, es posible delimitar el perímetro de una finca y que el vehículo lo recorra solo, compactando la tierra y racionalizando los fitosanitarios, lo que supone un ahorro de combustible de un 15 %. Y esto es solo el principio.
Los expertos coinciden en que el asentamiento de este tipo de tecnología suele ser lento en el ámbito rural, dado el envejecimiento de la población y el progresivo abandono del campo y los trabajos tradicionales. No obstante, hay que tener en cuenta que el factor humano sigue resultando esencial, ya que, el uso de las TIC recaba la información necesaria para llegar al último paso: la interpretación para la toma de decisiones.