La revolución tecnológica de la que somos testigos desde hace unos años, no deja de aportarnos términos y conceptos novedosos: internet de las cosas, realidad aumentada, inteligencia artificial o cloud computing son solo algunos de ellos. Ante estos avances, que se asientan, se amplían y se renuevan constantemente, resulta crucial estar al día de todas las novedades. La implementación de estos conceptos en una empresa son los que marcan las diferencias entre las vanguardistas y las que van quedándose atrasadas tecnológicamente.

La aplicación de estos conceptos marca la diferencia entre una empresa a la vanguardia y otra atrasada tecnológicamente
Concretamente, el sector agrícola, exige cada vez más que sus empresas asuman la transofrmación digital, ya que está beneficiándose en gran medida de todos estos avances tecnológicos. El uso de drones, imágenes satélites o la maquinaria teledirigida a través de aplicaciones móviles, han creado ya una nueva forma de entender el sector: la agricultura de precisión.
Por todo esto, es muy importante entender que asumir la transformación digital no implica exclusivamente comenzar a usar la tecnología más puntera. De hecho, hacer esto, supone un gasto muy elevado para la empresa, que no tendrá los resultados esperados si la compañía no está preparada para hacer frente a todo lo que implica dicha transformación. Por ello, el experto en estrategia corporativa y desarrollo de negocio Enrique de los Ríos, hace una serie de recomendaciones para aquellas empresas que decidan pasar a la transformación digital:
- Más transformación y menos digital. Es necesario mentalizarse de que hay que transofrmar el negocio y las personas que lo hacen posible. Reformular las estrategias y definir a dónde queremos ir, qué queremos conseguir y cómo lo lograremos. Es el primer paso y el más importante, porque si no somos conscientes de que puede cambiar el modelo productivo, los clientes y el entorno de la empresa, no podremos empezar a cambiar.
- No es un proceso fácil ni rápido. Contar con un equipo dispuesto a participar activamente e implicarse con los cambios es crucial, porque la empresa experimentará diferentes etapas. Los grandes cambios no se consiguen con un solo paso.
- Las reglas del mundo digital son diferentes. No es posible aplicar los procedimientos analógicos a un universo nuevo que aún está en construcción, porque las reglas y códigos son diametralmente opuestos.
- Las emociones también cuentan. No se trata únicamente de decidir de la forma más racional posible. No podemos olvidar que, a fin de cuentas, la empresa está formada por personas, por lo que debe existir un equilibrio entre lo emocional y lo racional. Es fundamental entender los motivos emocionales que impulsan las compras, toma de decisiones…
- La etapa final corresponde a la empresa. Es posible que por el camino la corporación recurra a otras compañías que le ayuden a aplicar este proceso de transformación. Sin embargo, la decisión final y el último paso debe darlo la empresa, ya que nadie conoce mejor la propia empresa y el funcionamiento interno que quien pertenece a ella.
- Pensar globalmente. Este punto se equipara al efecto mariposa: la transformación digital afecta a todas las áreas de la empresa, y hay que actuar pensando conjuntamente, y no solo de forma individual según nuestro departamento o nuestras necesidades concretas.
- La comunicación es vital y ha de ser constante. Aunque la decisión de la transformación nace de los órganos directivos, ha de expandirse uno por uno a todos los miembros que hacen posible que la empresa lleve a cabo su actividad. Por esta razón, todo el mundo debe estar bien comunicado, tanto de forma horizontal como vertical, así como bidireccionalmente.

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Referencias:
http://www.ideal.es/almeria/almeria/agro-transformacion-digital-20180121001844-ntvo.html
http://www.agrointeligencia.com/agro-transformacion-digital-enrique-rios/
https://www.iebschool.com/blog/que-es-transformacion-digital-business/