La agricultura es la actividad productiva más antigua del hombre, aunque esto no quiere decir que sea la más evolucionada. La agricultura tiende a la conservación y al desarrollo poco progresivo, de hecho, la agricultura ha vivido sus grandes cambios en momentos puntuales, adaptando tecnologías de otros sectores al ámbito rural.
El sector primario ha pasado por pocos cambios desde el inicio de la actividad productora; la introducción de la maquinaria especializada a la agricultura fue una gran revolución para el sector. Ahora, gracias a las nuevas posibilidades de conectividad que ofrecen los recientes avances, se habla de que la era digital en la agricultura será una revolución equiparable a la vivida en la Revolución Verde.

En la era del mundo conectado, la agricultura adopta la tecnología para iniciar su nueva gran era, la de la agricultura digital. Esta nueva era viene del análisis de los datos obtenidos en la monitorización del campo, realizando estudios predictivos, soporte técnico basado en información en tiempo real y conectividad entre todos los procesos de producción, soportando un sistema de trazabilidad de las actividades realizadas.
Para llegar a este punto, la agricultura necesita datos reales del campo y la única forma que existe es la monitorización de las acciones y del estado en el que se encuentran nuestros cultivos en tiempo real. En este punto entra la agricultura de precisión. Este término lleva existiendo prácticamente finales del siglo pasado, y ahora se vuelve a escuchar con gran fuerza. El análisis de los datos adquiridos por la monitorización y adquisición de datos de campo facilita al agricultor la posibilidad de realizar una agricultura más optimizada y más competitiva. Es importante ver la técnica de agricultura de precisión, no como un servicio homogéneo aplicable a cada caso, sino como un análisis técnico determinante para el uso de herramientas necesarias en cada caso.
El uso de nuevas tecnologías y la disponibilidad de ellas hecho que la agricultura de precisión sea accesible para todas las producciones agrícolas. Esta técnica se denomina como un concepto agronómico de gestión de parcelas agrícolas basado en la existencia de variabilidad espaciotemporal de las parcelas. La técnica a la que nos referimos requiere el uso de las tecnologías de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), sensores, satélites e imágenes aéreas junto con Sistemas de Información Geográfico (SIG) para estimar, evaluar y entender dichas variaciones. La información recolectada puede ser usada, por ejemplo, para evaluar con mayor precisión la densidad óptima de siembra, estimar fertilizantes y otras entradas necesarias, y predecir con más exactitud la producción de los cultivos.
Sobre la agricultura de precisión seguimos conversando en un siguiente artículo
https://tepro.es/2019/11/14/los-objetivos-de-la-agricultura-de-precision